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Nacho Gundesen y su primer contacto con una pileta de olas

El campeón mundial ISA junior 2017 y ganador este año del Rip Curl Pro en Playa Grande, realizó un entrenamiento específico en Boa Vista Village, cerca de San Pablo, Brasil.

El surfista marplatense José Ignacio “Nacho” Gundesen atraviesa un año de ensueño. En abril, quebró la hegemonía brasileña y se convirtió en el primer argentino en ganar el Rip Curl Pro en Playa Grande.

Y ahora vivió una experiencia formidable al disfrutar de una invitación para probar por primera vez una piscina de olas. Lo hizo en el complejo Boa Vista Village, en Porto Feliz, a poco más de una hora al noroeste de San Pablo, Brasil.

El campeón mundial ISA Junior en 2017, en Japón, está entrenando en Florianópolis, y así le contó a LA CAPITAL sus vivencias:

-¿Cómo fue esa primera experiencia en una pileta de olas?

-Excelente. Está en un condominio cuyos propietarios tiene derecho a utilizarla. Es muy exclusiva, aunque creo que a futuro la van a abrir al público. Por ahora, sólo le permiten usarla a algunas atletas seleccionados y aprobados. Por algunos contactos con amigos brasileños, conseguimos la invitación y fuimos a principios de septiembre con el entrenador del seleccionado argentino, Martín Iatauro (N. del R.: también marplatense). La idea es que volver una vez por año, y tenemos la intención de poder llevar a otros surfistas del seleccionado.

-¿Cuál es la principal ventaja?

-Es como surfear en una pista de skate. Nos pasa mucho a los surfistas profesionales que cuando estamos probando una maniobra determinada, el mar cambia su condición en todo momento. Cambia el viento, sube la marea. Y tal vez por tres días no se puede entrenar. Por lo tanto, mantener la constancia cuesta muchísimo. En cambio, en la pileta, la ola es siempre la misma. De todas maneras, tienen como 10 diferentes tipos de olas: para tubos, para aerials, para maniobras. Pero siempre iguales. Entonces, se trata de repetir el movimiento sobre la misma ola, algo que cuesta mucho en el mar.

-¿Y cuál es la sensación que te quedó?

-Muy buena. Fui el primer surfista argentino en esa pileta. Fue a principios de septiembre, durante tres horas. La primera hora, la tuve toda para mí. La máquina tira una ola cada 20 segundos. Nunca tuve tanto dolor en las piernas. En el mar, te la pasás un 90% del tiempo remando y un 10% surfeando. Se te cansan más lo brazos. En la pileta, surfeás un 70% y remás sólo el 30% del tiempo.

Nacho Gundesen y Martín Iatauro, con la pileta de olas al fondo.

-¿Cómo es la pileta y el funcionamiento?

-Tiene 160 x 90 metros. Dicen que es la más larga del mundo, yo no sé. De cada lada tiene una canaleta y un pasillito por el que se camina. Una vez en el agua, podés volver remando. Usualmente la máquina tira media hora de derechas y media ora de izquierdas. Y tiene mucha fuerza, muy parecida al mar, a diferencia de otras piletas de olas que no tienen tanta potencia.

-¿Entrenaste alguna maniobra en particular?

-Sí, fuimos con la intención de entrenar el aéreo de back side, muy específico. Y después de algunas repeticiones me empezó a salir y gané confianza. Es una maniobra que podés tardar meses en perfeccionar en el mar, y en la pileta, en cuestión de horas, adelanté un montón de pasos.

-¿La cambiarías por el mar?

-Para mí no hay nada como el mar y estar en contacto con la naturaleza. Es algo único no saber cómo va a estar, cómo será el swell, con qué te vas a encontrar y el desafío de todas las olas diferentes. Esa magia, la pileta no la tiene. Creo que en algún momento te debe cansar un poco porque es siempre igual, pero creo que es una muy buena alternativa.

-¿El próximo paso serán los torneos en piletas de olas?

-Ya existen, aunque todavía no se hicieron en Sudamérica. El primero será el 30 de octubre, un Sudamericano en la otra pileta de olas que hay cerca de San Pablo, en Praia da Grama. Hay proyectos para construir cuatro más. Creo que es el futuro del surf, porque la gente de mayor poder adquisitivo reside en las grandes ciudades. Muchas veces las playas quedan lejos y no tienen tiempo de hacer toda esa movida, y entonces las piletas de olas pueden ser la solución.

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